Polonia se ha convertido en uno de los destinos europeos más atractivos para migrantes debido a su creciente economía, estabilidad política y baja tasa de desempleo. Además, su ubicación estratégica en el corazón de Europa lo convierte en un excelente punto de partida para quienes buscan oportunidades dentro del Espacio Schengen. Por ejemplo, un profesional latinoamericano puede comenzar trabajando en Polonia y luego expandir su carrera a otros países de la Unión Europea.
Este programa está diseñado para jóvenes profesionales que desean adquirir experiencia laboral en Polonia en áreas como tecnología, ingeniería, salud y negocios. El PDP combina una estancia formativa con prácticas remuneradas, ideal para quienes buscan integrarse laboralmente en Europa.
María, una ingeniera industrial colombiana, ingresó al PDP en el área de logística. Tras seis meses de formación y prácticas en una empresa en Varsovia, recibió una oferta de empleo permanente, lo que le permitió aplicar a la residencia temporal.
El PEP ofrece la oportunidad de trabajar en Polonia a profesionales con experiencia previa que desean mejorar su perfil internacional. El enfoque está en empleos técnicos, sanitarios y del sector de servicios.
Juan, técnico en refrigeración de Perú, fue vinculado a una empresa polaca mediante el PEP. Al cabo de 10 meses, obtuvo una oferta fija, gestionó su tarjeta de residencia y trajo a su esposa con un visado familiar.
La naturalización en Polonia permite a los extranjeros convertirse en ciudadanos tras cumplir ciertos requisitos de residencia, integración y dominio del idioma. Es un paso esencial para quienes desean establecerse permanentemente.
Claudia, una médica venezolana, inició su residencia como profesional sanitaria. Tras cinco años de residencia ininterrumpida y aprobar su examen de idioma, obtuvo la ciudadanía polaca y hoy dirige una clínica en Cracovia.